Ya he hablado en más ocasiones de la importancia de transmitir mi amor por la lectura a mis cahorretes. No solo por los beneficios didácticos, pedagógicos y de desarrollo integral asociados a los cuentos sino por el simple placer de disfrutar de la lectura que bien conocemos las devora-libros.
En casa tenemos un rincón dedicado a los cuentos pero en realidad tenemos libros por todas partes, la biblioteca es nuestra gran aliada los días de lluvia, la biblioplaya en verano y la hora del cuento es una actividad que disfrutamos a diario.
Una de las primeras colecciones de cuentos de Cachorrín fue, junto a De la cuna a la luna de Kalandraka, La Cereza de Combel. Hoy os cuento porque es tan especial.





